
Bloqueo impide el cierre técnico y podría causar derrumbes
El relleno sanitario de K’ara K’ara enfrenta un grave riesgo de deslizamientos si no se completa su cierre técnico, advirtió la Alcaldía. La falta de relleno en una de las celdas podría provocar colapsos y contaminación del río Tamborada, generando un desastre ambiental de gran magnitud.
El Secretario de Gobernabilidad, Gustavo Camargo, explicó que es indispensable permitir el ingreso de basura para estabilizar el área y avanzar con la forestación. Sin embargo, los bloqueos de vecinos están retrasando el proceso, aumentando el peligro.
«No nos permiten avanzar con el cierre técnico y esta situación es muy grave porque pueden ocurrir desastres en la zona», alertó Camargo, quien señaló que la Alcaldía ya ha solicitado reuniones con los pobladores para encontrar una solución.
Por su parte, Elías Abularach Asbun, Jefe del Departamento de Gestión de Residuos, detalló que aún faltan 800.000 metros cúbicos de basura para completar el relleno, lo que podría tomar entre 10 y 12 meses. Advirtió que si el agua de lluvia llega a la base sin el soporte necesario, el colapso será inevitable.
Un desastre similar al de La Paz podría repetirse
Abularach recordó que un incidente similar ya ocurrió en La Paz, donde el colapso de un relleno sanitario generó una crisis ambiental. «Si no completamos el cierre técnico, podríamos estar frente a un problema aún mayor en K’ara K’ara», enfatizó.
El relleno tiene una pendiente que desemboca en una quebrada, lo que aumenta el riesgo de que toneladas de residuos terminen en el río Tamborada.
El cierre técnico: un proceso largo pero necesario
El cierre de K’ara K’ara se desarrolla en tres fases:
- Pre clausura: Iniciada en 2010 y seguida por trabajos preliminares desde 2014.
- Clausura: Incluye estabilización de celdas y forestación, actualmente en etapa final.
- Post clausura: Monitoreo ambiental por al menos 15 años.
Mientras se completa este proceso, la nueva empresa encargada del tratamiento de residuos avanza con la industrialización de la basura, transformándola en abono y energía. Actualmente, ya se ha comenzado a trasladar el 30% de los desechos.
Diálogo urgente para evitar una crisis
Ante el riesgo inminente, la Alcaldía insiste en la necesidad de dialogar con los vecinos y permitir el cierre técnico. «No se trata solo de basura, sino de prevenir un desastre ambiental», concluyó Abularach.