
El bloqueo en el relleno sanitario de K’ara K’ara, que ya se extiende por cinco días, ha generado una crisis sanitaria en Cochabamba. Más de 3.500 toneladas de basura se han acumulado en la ciudad, obligando a la Empresa Municipal de Servicio y Aseo (EMSA) a suspender el recojo domiciliario.
Mercados y hospitales, prioridad en medio de la emergencia
Franz Knaudth, gerente de EMSA, informó que, ante el colapso del sistema de recolección, la empresa ha dado prioridad a la limpieza de mercados y hospitales, los puntos más críticos de generación de residuos. “Cada hora que pasa, los contenedores se llenan rápidamente, por lo que es fundamental mantener el servicio en estas zonas”, explicó.
La crisis también ha afectado a la flota de EMSA: muchos de los camiones recolectores están llenos y sin posibilidad de descarga, lo que agrava la situación en los barrios.
Nueva estrategia para mitigar el colapso
Desde hace dos días, EMSA ha comenzado a trasladar basura a un nuevo sitio de disposición final en coordinación con una empresa privada. Sin embargo, la medida aún no es suficiente para normalizar el servicio.
Llamado a la ciudadanía
Knaudth hizo un urgente llamado a la población para que no saque la basura a las calles y así evitar la proliferación de focos de contaminación. “Entendemos la molestia de los vecinos, pero necesitamos su cooperación para evitar un problema mayor en los barrios”, señaló.
Mientras el conflicto en K’ara K’ara persista, Cochabamba enfrenta una de sus mayores crisis ambientales de los últimos años.