
La Laguna Alalay está viviendo uno de sus mejores momentos. Gracias a las intensas lluvias recientes y a un trabajo técnico constante del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba (GAMC), el icónico cuerpo de agua de la ciudad ha alcanzado un nivel hídrico histórico y se ha transformado en un auténtico refugio natural para aves, peces y otros animales silvestres.
Según informó Elvis Gutiérrez, director de Medio Ambiente del GAMC, la laguna ahora cuenta con una profundidad de 4.50 metros, es decir, el triple de lo registrado en gestiones pasadas.
“Ya estamos alcanzando los 3.80 metros pese a haber elevado la compuerta solo 30 centímetros. Además, el agua está completamente transparente”, resaltó Gutiérrez.
Este favorable escenario ha permitido el regreso y la proliferación de más de 35 especies de aves acuáticas, como garzas, patos y libélulas, así como también la presencia de peces como gambusias, platinchos y carpas, que cumplen un rol clave en el control natural de zancudos. También se ha observado la presencia de reptiles, anfibios y una rica diversidad de insectos, consolidando a Alalay como un ecosistema vibrante en pleno corazón de la ciudad.
Sonia Flores, jefa del Departamento de Recursos Naturales, destacó que la recuperación no solo ha mejorado la calidad del agua, sino también las condiciones del aire y el retorno de especies que no se avistaban hace años.
“Esta laguna ha experimentado una recuperación ambiental significativa. La mejora en la calidad del aire y la atracción de nuevas especies son señales claras de un ecosistema en equilibrio”, indicó.
Las autoridades municipales hacen un llamado a la población para sumarse al cuidado y monitoreo constante del ecosistema, con el objetivo de mantener los avances logrados y preservar este valioso espacio natural para las futuras generaciones.