
La reconocida periodista Elvia Moya, referente del periodismo social en Bolivia, falleció en las últimas horas tras una dura batalla contra complicaciones renales agravadas por la diabetes. Su partida deja un profundo vacío en el mundo de la comunicación boliviana, donde se destacó durante más de cuatro décadas por su compromiso con las causas sociales y su defensa de las voces marginadas.
De origen chileno, Moya llegó a La Paz en 1979, escapando de la dictadura militar en su país natal. En Bolivia encontró un nuevo hogar y una misión: dar visibilidad a los sectores más vulnerables a través de su labor periodística. Su carrera comenzó en el diario El Diario y la agencia ANF, y se expandió a la radio con Radio Nueva América, bajo la dirección de Raúl Salmón. Más tarde, consolidó su trayectoria en televisión, trabajando en Canal 7, ATB y finalmente en Telesistema Boliviano (hoy Unitel), donde permaneció hasta su retiro.
Elvia Moya fue mucho más que una comunicadora; fue una activista desde el micrófono, impulsando campañas solidarias y denuncias que marcaron agenda. Su estilo, marcado por la empatía y la sensibilidad, la convirtió en una de las periodistas más queridas y respetadas del país.
En junio de 2024, recibió el Mérito Profesional en Periodismo por la Universidad Franz Tamayo (Unifranz), donde resumió su vida con una frase que la define: “Viví periodismo, respiré periodismo, comí periodismo y soñé periodismo”.
Moya optó por la discreción incluso en sus últimos días, alejándose del protagonismo. Sin embargo, su legado continúa vivo en cada historia que ayudó a contar y en cada cambio que promovió con su voz firme y honesta.