
El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, condenó enérgicamente los recientes hechos de violencia registrados en el municipio de Vinto, Cochabamba, donde personal de salud y efectivos policiales fueron agredidos mientras cumplían funciones humanitarias. En un comunicado oficial, el mandatario acusó a sectores afines al expresidente Evo Morales de violar derechos fundamentales y de buscar desestabilizar al gobierno constitucional.
“Denunciamos ante el pueblo de Bolivia y la comunidad internacional la flagrante violación del derecho internacional humanitario y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, manifestó Arce, subrayando que incluso en contextos de conflicto bélico, el respeto a la integridad de los trabajadores de salud y el libre tránsito son principios inviolables.
El jefe de Estado se refirió específicamente a los incidentes ocurridos en Vinto, donde grupos del trópico cochabambino –vinculados al “evismo”– habrían interceptado y agredido física y psicológicamente a personal médico y a policías. El mandatario calificó estos actos como “deshumanizantes” y advirtió que muestran “el verdadero rostro antidemocrático” de quienes, a su juicio, buscan evitar las elecciones generales convocadas para el 17 de agosto.
Arce llamó a la comunidad internacional a emitir una “enérgica condena” por estos hechos, y pidió al Ministerio Público actuar de forma inmediata para procesar a los responsables. Además, exhortó a la ciudadanía a “defender la paz, la institucionalidad y el Estado de Derecho” frente a lo que calificó como intentos de golpe.
“La salud y el bienestar de nuestra población deben prevalecer por encima de cualquier interés político o personal”, remarcó el mandatario, quien también instó a rechazar los bloqueos y actos de violencia que amenacen la tranquilidad del país.
Finalmente, el presidente boliviano reafirmó su compromiso con la celebración de las elecciones en agosto, e hizo un llamado a la unidad para aislar a los promotores del caos.