
Con un espejo de agua de más de tres metros y medio de profundidad, la Laguna Alalay se consolida como un ecosistema urbano recuperado.
El 9 de junio de 2025, el alcalde Manfred Reyes Villa inspeccionó los avances de la Laguna Alalay, destacando su excelente estado actual. La laguna ha alcanzado un nivel de agua sin precedentes en los últimos años, superando los tres metros y medio de profundidad, lo que marca un hito en su proceso de recuperación.
Reyes Villa resaltó la importancia del dragado realizado en el cuerpo de agua, una acción clave que ha permitido no solo mejorar la calidad del agua, sino también eliminar los molestos olores que solían afectar a la ciudad. «El dragado que hicimos en la laguna fue muy importante. Ya no existen los olores nauseabundos que llegaban a la ciudad (…) se hizo un total saneamiento del vaso, lo cual permitió la recuperación de la ornitofauna», comentó el alcalde.
Las 260 hectáreas de la laguna, que han sido objeto de trabajos de saneamiento y mantenimiento, se han convertido en un refugio natural para una diversidad de especies. Aves, peces, anfibios y otras formas de vida han encontrado en la laguna un espacio seguro para desarrollarse, contribuyendo a la consolidación de este ecosistema urbano recuperado.
En su discurso, el alcalde también anunció la gestión de un financiamiento de 35 millones de bolivianos para llevar a cabo la construcción de la zanja de coronación, una obra clave que evitará la contaminación de la laguna por aguas servidas. Además, subrayó que la laguna se mantiene alimentada por vertientes naturales, lo que asegura su estabilidad hídrica.
El biólogo José Balderrama respaldó la evaluación positiva de la Laguna Alalay, destacando que la ausencia de malos olores y la presencia de aves anidando son claras señales de la buena calidad del agua. «Después de mucho tiempo se observa una gran diversidad de plantas y animales; tenemos un ecosistema recuperado», afirmó Balderrama.
En cuanto al crecimiento de macrófitas en la laguna, el biólogo explicó que este fenómeno es natural y estacional, aunque para mantener el equilibrio ecológico de un cuerpo de agua urbano como la Laguna Alalay, es necesario realizar un mantenimiento periódico.
Gracias a estos esfuerzos, la Laguna Alalay se presenta hoy como un ejemplo de recuperación ambiental, una joya natural en el corazón de la ciudad.