En su primer año sin el ícono Pelé, Santos FC sufrió su primer descenso en la historia del fútbol brasileño, abandonando el selecto grupo de equipos que nunca habían descendido. La última jornada fue intensa, con Santos, Bahía y Vasco da Gama luchando por evitar el descenso. Vasco da Gama ganó 2-1 contra Bragantino, mientras que Bahía derrotó por 4-1 a Atlético Mineiro, asegurando su permanencia en la primera división. Santos perdió ante Fortaleza, con el argentino Juan Martín Lucero anotando un gol crucial desde mitad de cancha en tiempo de reposición.
La derrota histórica desató la furia de los aficionados de Santos, quienes invadieron el campo y causaron disturbios, aunque la policía logró contener la situación. Sin embargo, los disturbios continuaron en los alrededores del estadio Vila Belmiro, con hinchas enfurecidos vandalizando comercios, incendiando autobuses y automóviles. Santos compartirá la segunda división con Goiás, Coritiba y América, mientras que Vitória, Juventude, Criciúma y Atlético Goianiense ascienden. En el último partido de Santos, los venezolanos Tomás Rincón y Yeferson Soteldo, junto al argentino Julio Furch, fueron titulares, mientras que Maxi Silveira ingresó en el segundo tiempo; los colombianos Stiven Mendoza y el boliviano Miguelito Terceros no participaron.